Júlia y Sergi dicen:
¿Qué es una Kate Bush, y por qué ese nombre sale en todas las críticas de todos los álbumes de todas las chicas que te gustan? ¿Cómo lo hace esta petite y excéntrica vocalista británica para estar constantemente en boca de todos los que se precian como melómanos? Fácil, ser la madre del art pop. Y ¿cuál de todas las cantantes art pop de hoy en día puede ser su digna sucesora? Acompañadnos en este maravilloso viaje:
Desde los inicios de su carrera a principios de los 80, había una propuesta clara y concreta en todo lo que hacía Kate Bush: ese equilibrio estético entre drama de época y atemporalidad mística, agudísimos estribillos y puestas en escena ultra barrocas. Tal vez sea eso lo que hace que sus álbumes sigan siendo escuchados y reivindicados 50 años más tarde; esa visión tan única de hacer música pop con un concepto tan complejo y ambicioso. Ya fuera Cumbres borrascosas, una ruptura (cuando el concepto break up álbum todavía no existía tal como lo conocemos ahora), la historia de un naufragio, una peli de Powell y Pressburger o un sueño sobre un mundo sensorial paradisíaco, la temática de su música determinaba desde las letras hasta su producción. Ella misma se encargaba de ambas cosas con tal minuciosidad y control sobre ellas que ¿cómo no iba a convertirse en un preciado referente para todas las que vinieran después?
Aunque la comparación de Kate Bush con todas aquellas mujeres en la industria que hagan música art pop tras ella siempre tendrá algo de reduccionista, es innegable que los ecos de su música parecen estar en todas partes estos últimos tiempos. Así que hemos decidido centrarnos en algunas artistas que han aparecido o irán apareciendo por esta newsletter, seguro, intentando llegar a la conclusión (¿pointless? sí, seguramente) de quién es la verdadera y legítima sucesora de Kate Bush en este siglo.
Lorde
Para empezar… ¿cómo no vamos a compararlas si podrían ser prácticamente madre e hija? Se parecen físicamente, las dos empezaron su carrera de forma precoz y tienen pinta de haberse sabido monólogos de Shakespeare a los 10 años. Por no mencionar que una de ellas (adivinad cual) ha reconocido abiertamente la influencia de la otra en su música.
Era obvio que cuando Lorde sacó ‘Writer in the Dark’ (es decir, hace siglos) todo el mundo la compararía con Kate Bush, y seguro que en algún lugar alguien comparará hasta sus maneras de bailar, una mezcla entre moverse por señales de Dios o por electricidad estática.
Incluso hay algo del ascetismo de Kate Bush en la desaparición de Lorde de las redes y su comunicación con los fans por medio de mails sobre su vida en Nueva Zelanda, un par de fotos de los apios de su huerto y el lanzamiento de un libro sobre su viaje a la Antártida.
Pero hay algo que Lorde tiene y que Kate Bush nunca tuvo ni tendrá, y es: empezar su carrera con un álbum que le debe más a una adolescencia llena de bases de hip hop que al pop de los 80. Aunque luego llegara Melodrama… y el resto, como se dice, es historia.
En realidad, todavía está por ver lo que la cantante kiwi tiene preparado para nosotros, pero jugando a ser Dios, la suponemos más sucesora de Björk, su universo hermético y su reputación de auteur cósmica, la verdad.
FKA twigs
Recordamos el momento exacto en el que, en el concierto del Primavera 2019, escuchamos por primera vez el “A woman’s work, a woman’s prerrogative…” de ‘Mary Magdalene’ y no pudimos evitar que nos viniera a la cabeza directamente This Woman’s Work.
Obviamente, cuando FKA se dejó de hacer de rogar y sacó Magdalene cuatro meses más tarde, las comparaciones con Kate Bush volaban. Había un comentario en last.fm que decía: “Sounds like Kate Bush but in the future”… Ok, pero no.
Por mucho que la influencia de Kate Bush esté puntualmente en Magdalene, FKA twigs es otra cosa. Es tan otra cosa que después del concierto del Primavera costó asimilar aquello que acababa de pasar. ¿Qué habíamos visto exactamente, a qué sonaba lo que acabábamos de escuchar? Obviamente sonaba a un álbum que todavía no habíamos escuchado nunca, y tendremos que ver cómo suena lo próximo con El Guincho, pero dudamos muchísimo que suene a Hounds of Love.
Angel Olsen
Lo primero que pensamos al escuchar la colaboración de Mark Ronson con Angel Olsen hace ya un par de veranos, fue en ‘Running Up That Hill’. La percusión programada es sencilla y pegadiza y la voz de Angel Olsen se deja llevar por ella, “fucking around and falling in love / saying goodbye cause you’re giving it up”. Lo que no sabíamos era que el otoño siguiente tendríamos a la versión de Angel Olsen más cercana a Kate Bush que hemos tenido hasta la fecha.
All Mirrors coge la parte más dreamy de la música de Angel Olsen y la lleva directa a un lugar que podría perfectamente encajar perfectamente en una actuación final de la tercera temporada de Twin Peaks. Kate Bush está presente en el vídeo de ‘All Mirrors’, en esa mezcla entre barroco y futurismo, y en la visión grandilocuente de pop orquestrado hasta el último detalle. Pero aún así, no dejamos de pensar que es un disfraz de los múltiples que puede adaptar Angel Olsen, aunque ninguno esconda lo realmente particular e importante: su voz. Puede seguir jugando a ser Kate Bush o puede seguir jugando a ser la singer-songwriter folk que todos le dábamos el crédito de ser antes de All Mirrors, y nos sorprendería mucho que escogiese la primera. Aunque ojalá.
Caroline Polachek
Aunque sea la artista con la carrera más corta (al menos en solitario) de las que hablaremos, con sólo un álbum, un par de colaboraciones, una cover que nos encanta y una estética marcadísima, Caroline Polachek se ha ganado de sobras estar en esta newsletter. ¿Y qué le vemos de Kate Bush? Su figura también medio mítico/mística, sus vocals extremos eerie…, una propuesta visual trabajadísima y única, y melodías que incluso cuando suenan más modernas tienen algo de inspiración oscuro-medieval.
Todo apunta a que nos esperan muchos años de música de Caroline y tenemos la certeza que, como Kate Bush, no tendrá miedo de llevar su música a terrenos experimentales integrándolos sin problemas en formas tradicionalmente pop.
Florence + the Machine
¿Puede que realmente sea ella? Más allá de la coincidencia de que las dos sean británicas, su música comparte algo de esa mezcla entre terrenal y trascendental que tal vez ninguna de las otras popstars tenga. Ellas dos son las únicas que te pueden escribir una línea sobre el hombre al que aman justo al lado de un fragmento del Antiguo Testamento.
Y qué decir de cómo se ha trabajado Florence esa figura atemporal, a medio terreno entre diosa griega, ninfa de los bosques y Mesías que escapa corriendo de la seguridad en sus propios conciertos. Descalza, por supuesto, nadie podría imaginar a Florence Welch con zapatillas de hacer deporte. Quintaesencialmente su energía no puede ser más Kate Bush.
El problema con Florence igual es que sólo quiera escribir poemas a partir de ahora. Qué va, seguro que no. Así que apostamos todo nuestro dinero en ella, pero el tiempo dirá.
Hot TaKAs Edición: ¿Qué se cuenta la FaKA? — Judging ‘Don’t Judge Me’
Enric: No vengo a decir que Magdalene es un mal disco, porque absolutamente no lo es — pero es, para mí, un disco que a menudo se deja perder en la teatralidad y texto del artista en vez de la música en sí. ¡Que está bien! Es su disco, obviamente. Pero es así. ‘Don't Judge Me’ llama la atención justamente porque es lo contrario: no llama la atención. Twigs se deja perder en una canción hipnótica, que construye una pieza 100% original sobre un interludio que parecía un afterthought. La producción house minimalista de Fred again.. (y aparentemente con ayuda de El Guincho), explota y se contrae múltiples veces durante la canción, y los nuevos versos de Headie One ayudan a catalizar el mensaje. ‘Don't Judge Me’ es un pie de página en la carrera de Twigs pero uno de los que vale la pena leer.
Sergi: No es ‘Why don’t you love me’.
Júlia: Un pensamiento: “hit the mute button, let the vagina have a monologue” (thx janelle). No sé si es porque, en general, si está FKA en un proyecto tenderé a querer escuchar más de ella y menos de cualquier otra cosa, o simplemente porque se me hace un poco larga pero así a priori, desconecto justo a la mitad de la canción (justo cuando entra Headie a contarnos su vida…vaya). Estoy a la expectativa de lo que vendrá. No estoy en contra de ‘Don’t Judge Me‘ pero no creo que vuelva a ella hasta que salga nueva música de la británica.