Júlia dice:
Si nos seguís al menos desde principios de año, sabréis que nos flipa Kate Bush. Lo confirmábamos Sergi y yo cuando escribimos esta publicación. Pero es que además, en ella destacábamos una serie de artistas actuales que, según nuestro punto de vista, seguían la estela de la leyenda británica. Y, ¡oh, sorpresa!, son todas las chicas que más nos gustan hoy en día. Lorde (stay tuned), Caroline Polachek, Angel Olsen… Y nos dejábamos muchos otros nombres fuera, pero un poco el point era que la música de Kate Bush, tantos años después, sigue teniendo ese it factor que la convierte en madre de toda una tendencia pop mística muy en boga en la actualidad. No solamente a nivel sonoro, que resulta evidente, sino que hay un buen pellizco de cantantes que reconocen abiertamente la influencia que Bush ha tenido en sus carreras y universos artísticos. Hoy, pensando en los momentos difíciles que podamos haber vivido estos últimos tiempos, pensando en los días de bajona en que la cantante fue y sigue siendo, para mí, un salvavidas ineludible, pensando en la fortaleza y la calma que me transmiten sus letras, he decidido hacer un breve epílogo a nuestro previo homenaje. Para ello, me he valido de una de sus metáforas más conocidas para hablar de amor, de comprensión, de empatía, esfuerzo e igualdad. Y, a partir de ella, realizar un breve viaje a lo largo de canciones que se la hacen suya para continuar la historia.
Decía Kate en ‘Running Up That Hill (A Deal with God)’:
If I only could, be running up that hill.
La británica hablaba con esta sugerente y ardua imagen de subir una colina, si hace falta, con tal de intercambiarse el puesto con su amado, y así, comprenderse a través de los ojos del otro. Con ello, claro, hablaba de lo particular (una relación concreta) pero también de roles de género y de hombres y mujeres en general. La estampa es bien potente, como lo es su ímpetu, tan tierno como decidido, tan sensible como rotundo.
Otra de mis salvavidas particulares, Fiona Apple, usaba la metáfora para reclamar su sitio en el mundo:
And I need to run up that hill, I need to run up that hill
(I will, I will, I will, I will, I will)
Esta frase es de ‘Fetch the Bolt Cutters’, canción dentro del álbum de mismo título con el que la neoyorquina dejaba las cosas bien claras.
serpentwithfeet tomaba el concepto de colina para hablar no ya del encuentro con el otro, sino consigo mismo. Él no corre, la trepa. La colina que antaño era su enemiga…
I used to stuff myself to the gills and climb this hill.
… ahora le sirve para romper con dinámicas autodestructivas y es un símbolo de control y empoderamiento. Encontramos esta idea en su EP Apparition, en la canción con nombre inequívoco: ‘This Hill’.
This hill
This hill
Climbing
This hill
Una de las últimas incorporaciones léxico-semánticas al universo hill nos lo aporta SPELLLING. En su reciente ‘Turning Wheel’, reivindica el no querer bajar de dicha colina, aunque el Beatle-esque sonido de esta propuesta, hace pensar en que podría estar hablando de otra colina un poco distinta. Sea como sea, no puedo esperar a escuchar como suena su nuevo álbum, que sale en una semana.
You want to set out for the cities
Turning wheel, but I want to stay up on the hill
Finalmente, porque no todo es correr hacia colinas, igual de importante es saber cuando hay que bajar. FKA Twigs incide en ello para arropar, con su vuelta, al amado solitario.
I didn't know that you were lonely
If you'd have just told me, I'd be running down the hills to you.
Kate nos hablaba de elevarse y elevarnos juntos, pero con ‘home with you’, volvemos a casa para dejar la lucha para otro día y disfrutar del ocaso sereno.
The HOTTEST takes: ‘Solar Power’ Ed.
Enric
Creo que es imposible que me guste un disco que va simplemente de disfrutar el verano. Pero es muy posible que Solar Power, el disco, vaya justo de lo contrario, que tenga un giro inesperado que quizá se descubra con su próximo single o quizá no hasta que salga el álbum al completo. En cualquier caso, ‘Solar Power’, la canción, no lo deja entrever por ninguna parte. Su primera mitad es agraciada melódicamente, con la suficiente experimentación vocal para que sea refrescante, y un par de líneas que retoman las máximas referenciables de ‘Green Light’. La segunda mitad, sin embargo, es una conclusión lánguida, que podría estar en el último disco de Harry Styles o en un anuncio de perfume. Ni intenta subvertirla con un crescendo o con un bridge: es lo que es, nada nuevo bajo el sol. En su totalidad, ‘Solar Power’ es fácil de escuchar y disfrutar, sin duda. Como una Estrella Damm fresquita un domingo de 34 grados, entra muy bien y aunque el sabor que te deja en la boca al final es tirando a malo, joder, tampoco nos quejaremos, ¡que es un single de Lorde!
Sergi
A veces disfruto tanto las estrofas, los guiños (can i kick it, can you reach me) y la crema solar que puedo perdonar la outro digna de Daddy’s Home - es decir, digna de absolutamente nada. Me muerdo los labios hasta que salga el resto, pero la mayor parte del tiempo soy este tuit:
Júlia
Mira. La echaba TANTO de menos (no puedo remarcar suficientemente eso), que me habría parecido estupendo aunque hubiera sacado 3:13min de ruido del romper de las olas. Dicho esto: ‘Solar Power‘ no está nada mal. Sé que ha dejado a más de una desinteresada por el camino pero, ¿sinceramente?, me trae un mood que personalmente creo que necesitaba. Canción disfrutona de verano con el toque místico Lorde inconfundible, throwback setentero incluido. Y que, a ver, Melodrama sigue existiendo. No le pidamos más de lo mismo. Siendo lo que es, está bien (aunque coincido con mis compañeros al respecto de la outro… pero qué le vamos a hacer), y además estoy convencida que esta es solo una de las muchas caras de la kiwi que nos depara en su próximo álbum. ¡Un poco de fe!